Una rinoplastia es un paso importante, y una buena preparación puede marcar la diferencia en el resultado final y en la recuperación. Aquí algunos consejos clave:
- Consulta inicial: en esta cita, el especialista evalúa tu nariz, escucha tus expectativas y diseña un plan personalizado.
- Estudios previos: en algunos casos se solicitan pruebas médicas para garantizar que la cirugía se realice de manera segura.
- Hábitos saludables: se recomienda evitar fumar, reducir el consumo de alcohol y mantener una buena alimentación antes de la cirugía.
- Plan postoperatorio: organiza tu tiempo para descansar los primeros días y sigue al pie de la letra las indicaciones del cirujano.
La preparación no solo se centra en el aspecto físico, sino también en tener expectativas realistas. Una rinoplastia busca equilibrio y armonía, respetando siempre las características únicas de cada paciente.